Cómo cultivamos
LA GRANJA DE LAS FLORES
Nuestras líneas maestras
En La Granja de las Flores tenemos algunos principios básicos de esos inamovibles (o no tanto) que nos guían día a día para llevarte a casa las cestas más sabrosas, apetecibles y sanas del mundo. Son modos y maneras que hemos ido aprendiendo, experimentando y asentando durante muchas temporadas de siembra y cosecha, muchos días de frío, muchas primaveras esplendorosas y veranos de botijo y abanico.
No son para siempre, seguro que vamos mejorando y complementando algunos de ellos, pero los que están, han llegado para quedarse. Queremos que los conozcas, porque lo que te llevamos a casa está cultivando siguiendo estos «mandamientos» y es bueno que tú también participes de ellos.
nuestros suelos están vivos
Un suelo vivo favorece el intercambio de nutrientes con las plantas que crecen en él, las hace más fuertes, más sanas, más resistentes y más nutritivas. Cuidamos del suelo tanto que siempre decimos que no cultivamos hortalizas, sino que cultivamos suelo… y así es.
producimos plantón y semilla
Producimos nuestro propio plantón de temporada, cuidamos nuestras mejores plantas para que produzcan semillas increíbles y eso nos hace libres, poderosos e independientes… y nos da mucho más trabajo, por supuesto 😉
usamos abonos naturales
Jamás usamos abonos químicos, respetamos demasiado nuestro suelo como para hacerle algo semejante. Abonamos con abonos naturales, compost vegetal, abonos semifermentados tipo bocashis, bioles y purines… y el rey de todos: el vermicompost.
establecemos controles de calidad
Nos encanta que disfrutes de nuestras mejores hortalizas, verduras y frutas, por eso establecemos distintos puntos de control de calidad a lo largo de todo el proceso de la cosecha, para que lleguen a tu casa en todo su esplendor.
fieles a los abonos verdes
Pocos bancales tenemos inactivos en la granja, pero siempre nos las arreglamos para incorporar abonos verdes a todos nuestros bancales una vez al año, nos encanta el efecto que producen en la vida del suelo y son un regalo para los ojos 😉
analizamos el suelo
Siempre nos es de gran ayuda analizar el suelo y controlar, en la medida de lo posible, el equilibrio químico para poder corregir o aportar lo necesario en cada momento. es una práctica muy simple y que ayuda mucho al buen rendimiento de la cosecha.
mínimo laboreo
Nunca volteamos el suelo porque queremos preservar al máximo la vida bacteriana y microbiana que contiene, es una garantía de salubridad para nuestros cultivos. Nuestra herramienta más preciada es la horca de doble mango de Jesús, de Agroforja, perfecta para airear suelos eficazmente.
cubrimos nuestros bancales
Con paja, mulching, restos de cosecha, lonas… lo que sea, pero cubrimos el suelo, reducimos la evaporación del agua y la aparición de malas hierbas, que aun así, salen, que para eso son malas hierbas, pero con la cubierta de paja son menos.
desherbamos de modo natural
Utilizamos diversas técnicas para combatir las “malas hierbas”, la eliminamos a mano, las hacemos germinar bajo una lona oscura, usamos el desherbador térmico… ¡y siempre vuelven a salir!
respetamos los ciclos de cultivo
No hay tomates en enero, y no hay espinacas en julio. No forzamos las cosechas hasta ese punto porque nos parece algo inútil. Estamos deseando que llegue septiembre para disfrutar de las calabazas y las uvas, las tiernas habas de mayo… ¡cada cosa en su momento!
establecemos un plan de rotación
Ya sabéis que somos unos fanáticos del suelo, por eso procuramos establecer un buen plan de rotación de cultivos en nuestros bancales, de tal modo que los nutrientes del suelo no se esquilmen y que cada cultivo pueda favorecer y apoyar al siguiente.
no usamos pesticidas
No eliminamos las plagas, las prevenimos con ganas y, si a pesar de eso tenemos un ataque de araña roja… pues las controlamos, lo suficiente para que no dañen a la cosecha pero sin usar métodos agresivos para las plantas o contaminantes.
integramos frutales
No tenemos una zona como tal dedicada a los frutales, más bien están diseminados por toda la granja, formando parte de la biodiversidad. Nos aportan hojarasca, humus, pájaros, insectos beneficiosos… y por eso los queremos por todas partes.
nos apasionan las aromáticas
Si venís a la granja, veréis que hay aromáticas por todas partes, en los bancales, entre los cultivos, en los caminos, en el vallado… nos encanta verlas, olerlas, cocinar con ellas, saborearlas. Y además son una excelente ayuda para defender el huerto de plagas e invasores varios.
…y las flores
Flores y más flores. Es un espectáculo ver a las abejas zumbando alrededor de la lavanda en junio, y tal y como van se pasan por las matas de calabacines y de tomates, y verlo es un baile precioso. La danza de la vida.
cuidamos la presentación
Nos encantan las cestas sabrosas y bonitas, bien ordenadas, bien lavadas y excelentemente presentadas, porque la comida entra por los ojos y porque nuestras verduras son una fiesta de color.
favorecemos la biodiversidad
Una huerta diversa es una huerta sana, huimos del monocultivo, incluso huimos de los bancales con un solo tipo de cultivo. La huerta es siempre caótica y plural. Creemos firmemente en la biodiversidad como garantía de salud en el huerto.
recogemos las aguas pluviales
Aún tenemos que perfeccionar más nuestro sistema de recogida de aguas pluviales, pero ya somos capaces de regar parte del año con las aguas recogidas en el depósito bajo el invernadero. Estamos pensando un sistema que nos permita recoger más y mejor
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